Ladran Sancho

Pablo Zárate venció a Juan José Islas en decisión unánime. La faena se produjo el viernes, en un Argüello Juniors colmado.

Por Andrés Mooney
Ante más de 700 espectadores, el Luifa ganó ampliamente por puntos. Zárate lanzó gran cantidad de golpes, que hicieron efecto en un Islas siempre aguantador. El visitante anduvo por la lona en una ocasión, pero sobrevivió de pie y metió unas cuántas manos. Las tarjetas fueron: Mauricio García Arese 60-53 ½, Guillermo Pérez Rubio 60-53 ½ y Juan Carlos García 59 ½ - 54 ½.
Quién lo hubiera dicho. Dos días antes de iniciado el festival, se puso en duda el cotejo. ¿La razón? Supuestamente, desde Córdoba, habrían comunicado a la Federación Argentina de Boxeo (FAB) la falta de “equivalencia” entre el pupilo de Olivero Canales e Islas. El mismo Juan José Islas que le había aguantado de pie meses atrás, según no está claro quién (desde Buenos Aires dijeron recibir un e-mail desde Córdoba y aquí expresaron simplemente haber recibido un fax de la FAB), no podía enfrentar al Luifa.
A pesar de esto, el Golden Boy de Bragados, no se sintió inferior nunca. Al igual que en el pleito anterior, esperó el paso de los rounds, para hacer su negocio. Entendió que debía atacar al de Argüello, una vez que éste se canse en su búsqueda del nocaut. El tercer round fue su mejor momento en la pelea y, cuando metía sus mejores golpes, fue al cruce con Luifa y terminó en el suelo. Una vez de pie, sonó la campana que le dio respiro para terminar el round.
A partir de allí, el rincón demoró la salida del visitante más de 20 segundos, ayudados por el árbitro que se olvidó del conteo correspondiente.
Los rounds restantes fueron para el local, que sumó puntos hasta llevarse la victoria.
Pablo Luifa Zárate sumó su octavo triunfo, acumuló rounds y le regaló a su gente una gran pelea.

Tanchiva deberá esperar
A raíz del inconveniente que puso en dudas la pelea Zárate-Islas, Héctor Cisneros, supuesto rival de Tanchiva, prefirió lo seguro: aceptó pelear ante Marcelo Lazarte, ante el inminente riesgo de suspensión del festival.
El Maravilloso la ligó de arriba y tendrá que esperar algunos días para volver a subirse a un cuadrilátero.