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jueves, 9 de julio de 2009
Ganarse la vida a los golpes
Por Andrés Mooney
No es cosa fácil vivir el deporte. Menos, si encima hay que emigrar. Con dos hijos y su esposa, hace dos años “El maravilloso” emprendió un largo viaje que comenzó con un avión desde la selva de Iquitos hasta Lima, y siguió con tres días de colectivo hasta Córdoba. Le pone el pecho a la situación y boxea, a pesar de los pesares, para llevar la comida a su hogar y soñar.
Alexander Tanchiva Meza tiene 32 años, nació en Iquitos, Perú, y es boxeador profesional hace 15 años. Fue campeón nacional peruano en la categoría ligero (Hasta 135 Libras-61.235 Kg.), y es campeón continental en igual división por la Comisión Mundial de Boxeo. Radica en la ciudad de Córdoba desde el 2007, y entrena en el club Argüello Juniors bajo las órdenes del entrenador, también peruano, Luis Olivero Canale. Su récord actual es de 19 peleas ganadas (10 antes del límite), 10 perdidas (5 por la vía rápida), y no ha empatado.
¿Por qué viniste a boxear a la Argentina?
Vine porque necesitaba crecer deportivamente. En mi país no había mucha actividad, sobre todo para mí, que no vivía en la capital. Argentina es una gran plaza a nivel internacional, por eso tiene grandes campeones mundiales y un gran boxeo. Se presentó la oportunidad, y no la quise dejar pasar.
¿Qué diferencias hay entre el boxeo argentino y el peruano?
El boxeo argentino se caracteriza porque son tipos muy fuertes, con gran pegada. Y el peruano, desde el amateurismo, se caracteriza por emplear la técnica cubana. La mayoría de los entrenadores y boxeadores van a Cuba, por eso adquieren ese tipo de boxeo, con ese ritmo, pero no son cubanos. Es distinto. En la isla se practica desde muy chico, se respira boxeo.
¿Qué habría que agregarle al boxeo de tu país para que compita en las grandes ligas?
Tendrían que cambiar muchas cosas. Porque material humano hay. Hay chicos con condiciones para ser grandes boxeadores y representar muy bien a nuestro país, pero la federación y el gobierno no apoyan debidamente. Es por eso que muchos tienen que irse del país hacia Estados Unidos, Argentina, o donde fuere.
¿Tenés algún referente en el boxeo?
Son muchos. Yo soy un boxeador al que le gusta aprender de todos, siempre hay algo que aprender, sobre todo de los campeones mundiales. Uno intenta sacar algo de ellos. Algunos pueden ser: Oscar de la hoya, Floyd Mayweather, Manny Pacquiao, Roy Jones jr., Félix Trinidad, entre otros.
Recientemente, los peruanos, se dieron el gusto de tener su primer campeón del mundo (Kina Malpartida). ¿Es el campeón que esperaban o, en realidad, se esperaba que el campeón mundial sea un hombre?
Si bien el boxeo se caracterizó por ser un deporte masculino, nos sentimos muy orgullosos de tener nuestra primera campeona mundial. El campeón es campeón aquí y en cualquier parte, sea hombre o mujer. Pienso que merece respeto y admiración de todos, porque llegar ahí es sinónimo de esfuerzo, dedicación y disciplina. Así que, ¡a imitarla!
Hoy se habla mucho de la presión de la gente, sobre todo en deportes populares. ¿Sentiste alguna vez la presión del público o no te afectó mucho?
Sí, las veces que salí a otras ciudades (Lima, Buenos Aires, etc.), siempre hubo gente que te dice algo, que intenta “sacarte”. Pero yo trato de concentrarme. Es como cualquier deporte, cuando sales a la cancha o subes al ring, te olvidas de todo.
Alexander peleaste en La Paz, a 3.600 Mts de altura, disputando el título Ligero Fedebol (Federación bolivariana) de la A.M.B (Asociación mundial de boxeo) a nueve rounds y, según los medios locales, ganaste pero te perjudicaron. Nuestro país, entre otros, en fútbol, culpó a la altura por las consecutivas derrotas en esa tierra, ¿vos cómo te sentiste?
Muy bien, me preparé bien. Me mentalicé para hacer un buen trabajo. Supe dosificar mis energías, que no quiere decir que no ataqué porque siempre peleé, pero hice un buen planteamiento. Pensamos una buena estrategia con mi entrenador, que ya había estado con otros pupilos en La Paz y supo aclimatarme y tranquilizarme, hacerme entender que el fantasma de la altura se combate pensando, nada más. Creo que la previa que hicimos nos sirvió mucho.
Entonces, ¿Cuál es la fórmula para competir en la altura?
La aclimatación puede ser algo muy importante. Yo estuve una semana antes y los primeros días me afectó, pero a los dos o tres días siguientes me sentí muy bien, casi como uno de ellos. Mi sistema nervioso y respiratorio, parece que se adecuó a esa altura, y comencé a sentirme bien.
Si tu hijo te dijera: quiero ser boxeador, ¿que le dirías?
Que lo piense mucho porque el boxeo es un deporte que requiere mucha disciplina, dedicación y esfuerzo. Y si está muy decidido a hacerlo, lo único que me quedaría es apoyarlo.
¿Y si te lo dice tu hija? Después del triunfo de Kina Malpartida se complica decirle que no...
(Risas) sería muy complicado. Estaría difícil la situación, pero no la veo con esas intenciones a mi hija.
¿Qué podrías decirle a aquellos que sostienen que el boxeo no es un deporte?
Que están equivocados. Es un deporte como cualquier otro, que tiene sus riesgos pero no es el único, hay muchos con más riesgos que el boxeo y sin embargo no dicen nada. Es un deporte de contacto por eso se ve difícil para algunos, pero es muy hermoso. Se adquiere mucha destreza, movilidad. Si no estás muy bien preparado, seguro vas a perder. Pero si estás entrenado, seguro que vas a triunfar.
Definí al boxeo en una palabra
Huevos.
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