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miércoles, 29 de octubre de 2008

Se acaban las chances mundialistas, se multiplican las ilusiones


Por Andrés Mooney
Hace unos minutos finalizó la pelea de los cuartos de final entre Marcos Cabral y el ruso Magomed Kurbanov, y el resultado dice que ha ganado el segundo por abandono en el tercer round al minuto 25 del primero.
Ha concluido el mundial juvenil para la Argentina, para "Los buitres", para el prof. Sosa, para la familia Cabral, para Córdoba, para Argüello, para el prof. Olivero, y sobre todo, para "Marquitos".
En caliente nos quedamos con un resultado amargo, al ver que ni siquiera se ha llegado a las tarjetas. En frío invitaría a repasar pequeñas cosas: recordar que este fue su primer torneo internacional, que no supera las veinte peleas amateurs, que peleó en una categoría que da cómodo, sin esfuerzos, pudiendo dar 51 Kg., que ningún otro argentino en este mundial llegó a una instancia superior, y que en su licencia, desde su partida, acumuló 4 triunfos y 1 derrota.
Tres ganadas ante rivales extranjeros: de Brasil, Letonia e Irlanda. El otro triunfo ante un púgil bonaerense. La derrota fue ante un ruso que había dejado atrás nada menos que a púgiles de Cuba y Japón, con lo que ello significa: un cubano, la meca del boxeo amateur, que en torneos como este son líderes, y un japonés que en categorías livianas dominan también por su gran velocidad.
Por eso el balance es altamente positivo. Está entre los ocho mejores del mundo en los 54 Kg., y tiene tiempo de sobra. Tiempo que no se desperdiciará y se entrenará al máximo esperando por una revancha. Tiempo en el que se trabajará para seguir soñando con medallas amateurs y, más adelante, con cinturones profesionales. ¡Grande Matador!.

Marcos con la gente del seleccionado (Al medio, tercero de izquierda a derecha)

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