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domingo, 25 de abril de 2010

Tropezón, no caída.

El Luifa perdió sorpresivamente por nocaut en el cuarto round con Acuña, y abandona su condición de invicto.


Por Andrés Mooney
Dolió. Dolió mucho. Ver al campeón batido no es fácil. Allí, en la lona, esa que conoce sólo por pisarla, esta vez tuvo que olerla, sufrirla. Y con él nos fuimos todos. Caímos. Nos contaron hasta 10 y seguíamos “grogie”. Con nosotros vinieron la ilusión, el sueño, y cuesta levantarse. Dan ganas de quedarse ahí, acostado y dormir hasta el otro día, que se vayan todos y no tener que dar explicaciones ni recibir consejos de nadie.
“¿Cómo fue?”, preguntan, sorprendidos, los más cercanos. Como si hubiera muerto un pariente, se acercan y dicen en voz baja: “Qué pena…”. Y la imagen de él en la ambulancia da la pincelada final de una situación dramática.
Un día iba a pasar, y es lógico. Nunca le regalaron nada y siempre tuvo que sudar para conseguir lo suyo. En la vida, en sus comienzos en el boxeo. Vivíamos una irrealidad de niño mimado que se había olvidado de sufrir y vagaba en la comodidad del triunfo. Debía subirse a “cumplir”, a hacer lo que todos daban por hecho iba a hacer: ganar. Y no tenía opción de sorprender, de luchar para ganar. Se lo privó de ese cosquilleo de no saber a quién se tiene en frente y qué pasará: días antes se lee un record y se avisa que tendrá la obligación de ganar, porque está todo dado para que eso ocurra.
¿Quién no perdió alguna vez? Por una u otra razón, todos. La conciencia descansa en paz cuando se hizo todo lo posible para ganar y no se da. Pero cuando hubo cosas que pudieron hacerse para evitar un hecho, entonces deja de ser un accidente para transformarse en un error. Buscar todo aquel que pese 69.853 Kg. en el país y enfrentarlo, es un riesgo que tiene su precio y ayer quedó evidenciado. Una vez, dos veces, puede pelearse en una categoría superior y zafar, no siempre. La altura, el largo de brazos y la pegada, disminuyen su potencial a medida que se sube de categoría: no es mucha altura para mediano-junior, el alcance es normal para Superwelter y la pegada es respetable pero no fulminante en esa división. Quizá subestimar las peleas, encararlas sin el respeto que se merecen, pasaron factura. Pensar más en la agenda de próximos festivales y preocuparse por buscar un título y no trabajar para mejorar en el gimnasio, pudo haber sido una de las causas de esta derrota.
Pero ya pasó Fue un 23 de abril que quedará en la memoria de todos los que seguimos apostando en el crédito local, y servirá para aprender. La presión del invicto la tendrán sus rivales y su “mancha” en el record dará confianza a boxeadores de renombre que ahora sí buscarán enfrentarlo.
Habrá que trabajar. Sí, seguir dándole para adelante. Como siempre. Parece que el camino va a ser duro y con lo que se viene haciendo, no alcanza. Pulir defectos en la defensa, en distribución del castigo, además de mañas que ayudan a pasar un mal rato a un boxeador: amarrar, escupir el bucal, etc., son algunas de las tareas que tendrán el Luifa y el profe Olivero.
La ilusión sigue intacta La fe es la misma de siempre. Hoy más que nunca, sabemos que depende solo de él, de nadie más. Si quiere, si se lo propone, tendrá que salir del país para encontrar oposición en categoría Welter.
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Nadie fracasó en un día
Todavía como amateur, le tocaba a Luifa pelear en el Cerutti cuando transmitía TyC Sports. Osvaldo Príncipi, quien había venido a relatar, habló con Zárate y, como para que lo guarde en la cajita de los consejos, le dijo: “Nadie fracasó en un día”. Así, explicaba Osvaldo las malas noches que pueden tener grandes campeones, y el tiempo de sobra que poseen para tomarse revancha.
A Monzón le pasó Corría el año 63´ y el gran Carlos Escopeta Monzón, comenzaba su primer año en el profesionalismo. Luego de una serie de victorias consecutivas, conoció la derrota en su pelea numero nueve. Se repuso hilvanando triunfos contundentes, y al año siguiente salió por primera vez del país, cuando en tierras brasileras cayó ante Felipe Cambeiro yéndose tres veces a la lona. Con el tiempo, revirtió su imagen y se transformó en el que fue: uno de los mejores pesos medios de la historia.
Baldomir conoce En la séptima pelea de su carrera conoció el nocaut en el segundo round ante un rival sumamente inferior: Paulo Sánchez. Acumuló varias derrotas en su carrera y luego se consagró campeón mundial defendiendo su título ante nada menos que Arturo Gatti.
Tyson sabe lo que fue James Buster Douglas era sparring de Iron Mike Tyson. Quien fuera considerado el hombre más malo del mundo, dominaba a Douglas en los entrenamientos. Subestimando el pleito, se enfrentaron en 1990 y Douglas lo noqueó arrebatándole los tres cinturones mundiales que no demoró en recuperar el formado por Cus D´amato.
Saldivia casi ni se acuerda El primero de mayo peleará en Las Vegas (en el festival Mayweather-Mosley) el Tigre Saldivia, quien perdió su invicto en 2007 en el Luna Park, por nocaut ante el Chino Miranda. Unos meses después se vengó y lo liquidó en un capítulo. Hoy es una de las máximas promesas del boxeo nacional y potencial retador el título mundial.

¿Tan malos eran?
No más de 20 personas se dirigieron al fondo del salón y desde allá cantaron como de costumbre. Un bombo y un redoblante intentaban darle color al festival, pero, tambiém como de costumbre, fueron callados. Víctor Correa, árbitro de la pelea central, detuvo las acciones en medio de la pelea (justo cuando Luifa era dominador del pleito) y, cruzando los brazos, pedía que se callen. No avisó a la mesa donde estaban las autoridades, si no, él mismo se comunicaba con la hinchada. Tomó un protagonismo que no le correspondía, que no era necesario. El reglamento argentino de boxeo, en su artículo 09.17, dice del árbitro, textualmente: “Deberá intervenir cuando las circunstancias lo exijan, en forma serena pero enérgica, evitando ademanes exagerados. Bajo ningún concepto podrá dirigirse con palabras o gestos a quienes no sean considerados autoridades del evento. ¿Lo habrá leído Correa, lo sabrá? Un juez de la pelea, me respondió esa noche que estaba bien lo que hizo, que era “la máxima autoridad”. Seguro, basándose en el reglamento antiguo, empolvado, con que se manejaba el boxeo hace décadas, y no el actual que, apostaría, no tienen impreso en sus bibliotecas.
El árbitro debe impartir justicia, ser la máxima autoridad dentro del ring, no dialogar con el público como si dirigiera el tránsito. No se discute, es el mejor árbitro de Córdoba, es cierto. Y allí está la gravedad del caso. No escuchar la campana - o decir no escucharla- por un bombo que está a 20 metros, es alarmante. Creo que la rigurosidad de los estudios médicos realizados a boxeadores, tendrían que ser extensibles a las distintas autoridades. ¿Qué sucedería si le toca arbitrar, por ejemplo, en festivales donde el público supera las 20.000 personas (Yésica Marcos, por ejemplo)?, ¿Cómo haría cuando pelee cualquiera de los argentinos apoyados por el gremio de los camioneros? Es entendible que se evite el clima de una cancha de fútbol, porque es un deporte donde la adrenalina está a la orden del día y el alcohol ayuda a caldear los ánimos. Pero no es Tenis. No matemos la fiesta, el folklore. Es cultural, lo vivimos así al deporte los argentinos. Cuando hay un ídolo en una competencia, es inevitable que la gente apoye, y Luifa es eso, ídolo. Ayer perdió, por nocaut. De local, en su casa, con la hinchada de siempre. Esa barra que canta, alienta, ¿En algún momento atinó a cometer un acto de violencia? ¿Se acercó si quiera, al ring? ¿Tan malos eran?

martes, 20 de abril de 2010

Dos al hilo que duelen

El sábado en el Chaco, Alexander Tanchiva y, sorpresivamente, José Iturria, perdieron en sus compromisos fuera de Córdoba.
Por Andrés Mooney
El Maravilloso, al parecer, venía cumpliendo con una buena actuación en una pelea pareja ante el Pamperito Román, hasta que en el cuarto capítulo se lesionó su mano derecha y tuvo que realizar el quinto y el sexto capítulo sólo con la izquierda. Fue victoria unánime para el nacido en Corrientes.
De pronto, la noticia llegó y hubo que confirmarla con el propio protagonista: José Iturria perdió por puntos en cuatro vueltas ante un rival desconocido. Al parecer, faltaba un rival en categoría Superligero y el Majestuoso, que había acompañado al Profe Olivero para colaborar en el rincón, dijo presente y se calzó los guantes. Finalmente, Víctor Hugo Velázquez era un debutante para la Federación Argentina de Boxeo, pero invicto en seis peleas para la Comisión Argentina de Boxeo Profesional. La pelea, fiel al estilo de José, fue vibrante. Intercambiaron golpes a más no poder y, como era previsible, la victoria fue otorgada al local en fallo unánime.
Habrá revancha. El viernes tendrá Iturria la oportunidad de volver al triunfo cuando enfrente a Pedro Irusta, en Argüello Juniors, en una pelea que promete.

viernes, 16 de abril de 2010

Tanchiva en peso; Pamperito excedido

La balanza dio el visto bueno a la pelea que sostendrán mañana por la noche, Alexander Tanchiva y Daniel Román. 62.700 Kg. dio el Maravilloso y 63.800 Kg., el Pamperito.

Por Andrés Mooney
La ceremonia del pesaje se llevó a cabo esta mañana y Tanchiva hizo las cosas como correspondía: dio en la báscula 62.700 Kg., por debajo del límite de la categoría (63.503 Kg.). Eduardo Daniel Pamperito Román, quien pretende ir en busca del título internacional de la Asociación Mundial de Boxeo (A.M.B) en mayo, deberá empezar por dar el peso de la categoría. Hoy, en el segundo pesaje oficial, marcó en la romana: 63.800 Kg.
El primer round, ese que muchos boxeadores sufren y los hace perder títulos, ya se lo llevó Tanchiva cumpliendo con lo pactado. Ahora quedan seis, y ojalá corra con la misma suerte.

miércoles, 14 de abril de 2010

Cambio de lugar para Tanchiva-Román

Tal como mencionamos, pelearán el sábado Alexander Tanchiva y el Pamperito Román, en una pelea difícil para el nuestro. El escenario será Villa Ángela, provincia del Chaco, y no Corrientes como se anunció anteriormente.

Por Andrés Mooney
A seis rounds y en categoría Superligero, intentará el Maravilloso volver al triunfo y detener al correntino que se prepara para combatir por un cinturón internacional en Italia el 21 mayo.
Será un gran duelo de conocedores del ring en el que esperamos Alexander no sea perjudicado por los jueces, como suele suceder en festivales poco difundidos con peleas “preparatorias” a un título.

jueves, 8 de abril de 2010

Walter Acuña, el que quiere el pan de Santino

Será el rival de Pablo Zárate el viernes 23 en Argüello. Un experimentado que peleó con todos y que Luifa no perdonará porque como bien dice: “Mis rivales quieren quitarle la comida a mi hijo”.


Por Andrés Mooney
Ocho serán los rounds que tendrá Acuña para seguir por la senda del triunfo, y el tiempo que dispondrá Luifa (11-0-0 7 K.O.) para continuar soñando. En categoría Superwelter, hasta 69.853 Kg. (aunque se pactó en 68 Kg., para evitar que Zárate combata tan lejos de las 147 libras), buscarán seguir con la “onda verde” y no encontrar piedras en sus caminos.
El Camello Acuña (8-18-0) viene de ganar sus últimas tres peleas y dos de ellas por nocaut. En su anteúltima presentación, acabó con el invicto de Mateo Verón (4 peleas hasta ese entonces sin conocer la derrota) enviándolo a la lona nada menos que cuatro veces. Y no fue la única vez que le hizo conocer la derrota a un novato imbatido: Ramón De La Cruz Sena (3 peleas ganadas hasta entonces) fue sorprendido por Acuña, quien lo derrotó en fallo unánime en abril de 2009.
Se las vio cara a cara con rivales como: Ulises López, actual campeón argentino y sudamericano categoría Superwelter, con quien peleó dos veces y perdió en las tarjetas de los jurados; Luciano Cuello, actual campeón Latinoamericano del Consejo Mundial de Boxeo categoría Welter, a quien enfrentó dos veces y fue superado en decisión de los jueces y Rafael Sosa pintos, ex campeón continental del Consejo Mundial de Boxeo en división Superwelter, ante quien no pudo conseguir la victoria también por puntos. Por todo eso Acuña, aunque muestre un record negativo, es un rival de cuidado dada la calidad de sus rivales, las veces que los enfrentó y la cantidad de peleas, 26. Además, no es sólo un probador que vendrá a “complicar” al Luifa, como fue dicho, Acuña viene de hilvanar tres victorias consecutivas que son determinantes en la mente de un boxeador a la hora de subirse al ring.

martes, 6 de abril de 2010

El rincón literario

Boxeo

El deporte del que tiene hambre
del que sabe que para triunfar, primero hay que pelear
del que asusta pensando en su futuro y a la muerte
quiere ganarle por nocaut.

No se llega si no es por necesidad
la derecha pega y voltea
si en la mesa falta el pan.

No es fácil pelearle a quienes nunca han trabajado
siempre bien limpias las manos
para robar, usan guantes blancos.

La pelea es todos los días
contra la miseria, los corruptos
aunque debo de admitir: en la calle
casi siempre se gana por puntos.

Por las mañanas ladrillos son testigos de su fuerza
esa que arriba del ring
se demuestra con fiereza.

Cuesta romperse las manos día a día
sin saber si se va a ganar
pero el buen pugilista
cree siempre poderlo lograr

En vano parece no intentar
si el sistema ya nos despojó
¿qué mas queda por perder
cuando el mundo te desnudó?

Seria lindo a nuestros hijos
poder contarles la anécdota
del padre boxeador
del que quiso, y cumplió su meta

La bolsa
Es su mejor amiga. Es testigo de sus broncas, sus tristezas y fracasos; cada tanto, cuando hay una alegría, lo sabe también. Sufre, le da impotencia. Está atada, no puede dar ninguna indicación y sabe, recuerda cómo se sacaba ese maldito gancho. Mañana estará escondida, se hará la que no mira, la que está dormida; pero cuando suban al ring, los estará espiando y sudará casi como ellos. Si ganan, sabe, el lunes será un diálogo relajado, le bailarán alrededor como coqueteándola y sobrarán sonrisas. Si pierden, fieles, callarán sin decir nada. Seguirán ahí, firmes, sabiendo que se luchó para lograrlo, aunque no se haya podido.

domingo, 4 de abril de 2010

A esperar, que lo bueno va a venir

Finalmente, José Iturria no pudo pelear en Villa Dolores y tendrá que esperar al viernes 23. Tanchiva, irá por el Pamperito Román el 17 en Corrientes y por ello no estará en Argüello.

Por Andrés Mooney
El Majestuoso, en Superligero y a cuatro rounds, hará el semifondo en Argüello Juniors el 23 ante Pedro Irusta (0-0-1). De fondo, irá Pablo Luifa Zárate ante rival a confirmar en categoría Superwelter a ocho capítulos. Alexander Tanchiva, a 6 vueltas, volverá el 17 en Corrientes ante Daniel el Pamperito Román en división hasta 140 libras.
Las idas y vueltas del boxeo, hacen que boxeadores se programen, reprogramen, y luego se los baje de festivales. Primero anunciamos peleas y después rearmamos la agenda. Por eso, al leer las fechas, hay que tomar nota. José Iturria (3-5-0 1 K.O.), quien fuera anunciado para pelear en Villa Dolores con Isaac Casco, no pudo pelear por la caída de la televisación en dicho espectáculo. El 17 de abril, iba a subirse a cuadriláteros correntinos, pero Olivero Canales prefirió guardarlo para el 23 en Argüello (el reglamento no permite volver a pelear 6 días después de su anterior combate), donde hará su pelea revancha con Pedro Irusta (en el campo amateur pelearon en más de una oportunidad).
Alexander Tanchiva (19-11-0 10 K.O.), quien fuera mencionado también para subirse al entarimado en Argüello, no podrá hacerlo –y, de ésta forma, sigue sin poder pelear en el club que lo adoptó desde su llegada al país- por el mismo impedimento reglamentario que priva al Majestuoso de combatir en Corrientes. El Maravilloso enfrentará al guapo Daniel Pamperito Román (40-4-0 8 K.O.) el 17 en Corrientes, quien tiene como compromiso posterior ir por el cetro Intercontinental de la Asociación Mundial de Boxeo, categoría Superligero, ante el italiano Brunet Zamora.